jueves, 8 de abril de 2021

 

 


 

BONDAD, Julián Montesinos                                     

 

Para mi tía Encarna

La bondad se parece

a esa belleza interior sin materia

de la que hace tiempo habló un poeta

para nombrar lo esencial de la humanidad.

La bondad no busca el retorno de su entrega,

cae sobre el alma

como lengua de niebla en las colinas,

y se ofrece callada y sin medida.

La bondad no es una palabra moribunda,

sino un pecio que vive en las honduras

sin ser muy consciente de su valor.

La bondad se parece

a esa lluvia suave que empapa

la azulada redondez de la Tierra,

a la soledad de los amaneceres limpios,

a las chispas de luz

que brillan intermitentes en la lejanía

como aviones de papel que buscan

unas manos donde al fin existir.

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario