BREVE TRATADO DE LA EFÍMERO,

Fernando Ugeda Calabuig

 

 

 

No suelo leer en formato digital, pero me animé a adquirir en Amazon el libro de Fernando Ugeda Calabuig, Breve tratado de la efímero, y he de confesar que la experiencia, inicialmente extraña, me ha resultado muy grata. A quienes no podemos evitar tomar notas al compás de la lectura –una esclavitud del siglo XXI que habría que erradicar–, la posibilidad de ir incorporándolas en un documento de la tablet o el móvil me ha resultado cómodo y práctico. Sí, ya conozco la irresistible atracción de un libro en papel, pero quería cambiar.

         Fernando Ugeda, el laureado y prolífico escritor de Villena, ofrece diecisiete relatos que han sido previamente premiados en diversos certámenes de la geografía española. Y como se dice en estos casos, algo tendrá el agua cuando la bendicen. ¿Qué tienen los cuentos de este autor? Pues muchas más cualidades de las que podré referir en este somero comentario. De entrada, me sorprende el hecho de que todos los cuentos mantengan una recurrencia temática y estilística que no resta al libro un ápice de unidad.

         En “Infinita malicia”, Herr Kommandaat ve la llegada de nuevas prisioneras. Antes de que acaben como mercancía humana en los pabellones donde serán gaseadas, el impío alemán acostumbra a escoger a la que se le antoja más hermosa para compartir con ella una velada sin límites. Janine, su último objeto de deseo, sentirá un escalofrío al conocer su suerte.

         No es fácil tratar los abusos infantiles sin caer en un maniqueísmo que limite el vuelo de lo literario. Sin embargo, Fernando Ugeda es capaz, en “Incomprensible”, de mantener en vilo al lector sin revelarle el porqué una hija se muestra insensible ante la muerte de su padre. Al final, el cuento se cierra con unas esclarecedoras palabras: “Por primera vez en mucho tiempo la niña bajó el telón de los párpados y durmió a pierna suelta”.

         Esa variedad temática se advierte también en “Belleza en desuso”, donde los magníficos diálogos permiten conocer la psicología de unos personajes creíbles. En el marco de un psiquiátrico, los viejos son esa “belleza en desuso”, la evidencia de que el paso del tiempo acarrea una inevitable decrepitud. Pedro, un viejo que cree vivir en una residencia de ancianos, recibe la visita de María, la hija que nunca conoció, a quien confiesa una historia inventada por su demencia, no exenta de enjundiosas sentencias: “Confieso que siempre me han cautivado esa mezcla de belleza y fragilidad que poseen ciertas mujeres”. Y su hija apócrifa se atreve a decirle: “No pienses en la muerte. El pesimismo es un verdadero imán para las desgracias”.

Si algo demuestra este cuento –y que es una cualidad contante en el autor– es cierta capacidad para contar con fluidez y sabiduría, es decir, un don para narrar de manera convincente. Pero el cuento da un giro y se descubre que María no es quien creíamos, sino que su comportamiento obedece a un sentimiento espurio.

En “Adiós mi amor” se plasma la conversación que mantienen, a través del teléfono, una posible clienta, Puri, con la trabajadora de una empresa de telefonía que le quiere ofrecer sus servicios. Este relato posee esa cualidad que los teóricos del género recomiendan: la reducción del argumento a un solo aspecto y un final imprevisto.

Hay también una tendencia a ubicar la acción en épocas del pasado, precisamente en relatos de corte más tradicional y ajustados al canon clásico (“Melancolía en tercer grado”). Breve tratado de la efímero es un conjunto de relatos impecablemente narrados y con sorprendentes desenlaces, en los que la muerte, el amor y la maldad son temas omnipresentes, como sucede en “Mausoleo”,  “Daguerrotipo” y “Renglones torcidos”, un cuento este último extraordinario. Por otra parte, conviene referirse a “El bazar de las palabras”, que sorprende por su originalidad, hecho que nos permite reconocer aún más el ingenio de su autor.

Sólo resta felicitar a Fernando Ugeda porque ha sido capaz de componer unos relatos subyugantes de gran variedad temática y técnica, que evidencian una acreditada capacidad narrativa.