LLUEVE HORIZONTAL, Miguel Ángel
Arcas
Oración
Lo real, en ocasiones, carece
de interés. La ficción, por el
contrario, es la fruta del
conocimiento.
Fíjate en las manos, tu animal
más próximo, tus queridas
manos. Con ellas adviertes los
pequeños detalles, la materia, el
tiempo, los descuidos, las
cosas más naturales. Sin embargo,
ninguna de estas razones puede
compararse al instante alucinado
y fantasmal en que abrazas a tu
hijo, a ese momento en que
soplas luz en sus ojos, igual
que un dios menor, y contemplas
cómo se enciende su porvenir
musculoso, el brillo infalible de
sus huesos, su indeterminada
felicidad, y le ruegas a no sabes
quién, verlo crecer dentro de
ti, continuar a su lado,
no perderlo jamás.
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