martes, 14 de abril de 2015



LLUEVE HORIZONTAL, Miguel Ángel Arcas



Oración

Lo real, en ocasiones, carece de interés. La ficción, por el
contrario, es la fruta del conocimiento.

Fíjate en las manos, tu animal más próximo, tus queridas
manos. Con ellas adviertes los pequeños detalles, la materia, el
tiempo, los descuidos, las cosas más naturales. Sin embargo,
ninguna de estas razones puede compararse al instante alucinado
y fantasmal en que abrazas a tu hijo, a ese momento en que
soplas luz en sus ojos, igual que un dios menor, y contemplas
cómo se enciende su porvenir musculoso, el brillo infalible de
sus huesos, su indeterminada felicidad, y le ruegas a no sabes
quién, verlo crecer dentro de ti, continuar a su lado,


                 no perderlo jamás.

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