lunes, 10 de junio de 2013



ELOGIO DE LOS TIRAFONDOS, Julia Conejo Alonso

En todas las familias
hay alguna cuñada, tía, prima
que sabe qué hay que hacer exactamente
cuando un bebé no deja de llorar.

Alguien a quien se llama siempre
para arreglar un grifo que gotea,
para cambiar un enchufe en mal estado,
para ensanchar un vestido que ya no nos sirve,
para peinarte con un recogido
antes de ir a una boda.

Alguien que viene a tu casa
y te pide que le dejes unos tirafondos
para ayudarte a anclar la estantería,
sin sospechar que si le sacas
la caja entera de herramientas
es porque no tienes la menor idea
de lo que es un tirafondos.

Tú también tienes tus habilidades:
podrías recitar el soneto XXIII de Garcilaso
o exponer el análisis sintáctico
de cualquiera de las frases
que se obsequian en una conversación.


El otro día te llamaron
para preguntarte si el verbo prever
se escribe con una sola e
o con dos.
Y te sentiste tan imprescindible,
tan llena de sabiduría utilitaria,
como si hubieses colocado sin ayuda
los tirafondos de todos los armarios
que en el mundo han sido anclados
a una pared.

2 comentarios:

  1. Gracias por compartirlo. Un abrazo.

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  2. Gracias a ti por tu libro, por tu poesía. A mis alumnos de instituto y universidad les gustó cuando se lo leí. Un abrazo.

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