lunes, 7 de marzo de 2016




    A VUELTAS CON EL ALMA

   



I.          ALMA, Mariza







II.         MUERTE DE UN APICULTOR, 
               Lars  Gustafsson


Pienso que el alma tiene forma de esfera (si es que tiene alguna forma), una esfera con una luz débil que penetra un poco hasta situarse bajo el relucir de la superficie, semejante a un arcoiris, donde las percepciones y los actos conscientes, como burbujas de jabón, se agitan en remolinos y cambian ininterrumpidamente de color, pero solamente un poco.
Más abajo solo hay huellas débiles de luz, como en las grandes profundidades marinas, y luego ya nada más que obscuridad. Obscuridad, obscuridad. Pero no es una obscuridad amenazadora. Es una obscuridad maternal.

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