domingo, 21 de abril de 2024

 






                           CUATRO RETRATOS INCOMPLETOS, 

                           Antonio Moreno




Con este nuevo libro Antonio Moreno cierra –de momento– su proyecto de rescatar su pasado familiar, que inició con El sueño de los vencejos (2019) –unas memorias de infancia y primera juventud– y continuó con Visita de año nuevo (2020) –un sentido homenaje a su madre–.

 

Independientemente del atractivo que pueda tener para un lector actual el conocimiento de las peripecias vitales de los abuelos paternos y maternos del autor, no cabe duda de que por encima de esa materia literaria prevalece una alta exigencia artística que se concreta en un estilo preciso, propio de quien domina sobradamente la narrativa de los libros autobiográficos. El autor reconoce, casi al final de la obra, la singularidad de su propósito de escritura: “Lo chocante es que alguno mire a los de atrás y, como un historiador fantasioso, se siente a la mesa durante algún que otro rato ocioso para escribir sobre ellos, como yo hago ahora” (p. 103).


Negar la evidente conexión que existe entre los tres libros mencionados supondría ignorar que pertenecen a un todo homogéneo, con el que el autor consigue trazar una visión muy completa de sus ascendientes. Durante cuatro capítulos, cuenta las vidas de sus abuelos y abuelas –Ramón Moreno, Soledad Doggio, José Guerrero y Vicenta Fuster–, existencias desiguales e incompletas como las de muchas mujeres y muchos hombres atrapados en la posguerra, personajes a los que no me atrevería a calificar con un solo adjetivo, porque sería un empeño fallido. El texto que leemos es el resultado de pasar por el tamiz del escritor varias fuentes de información: los testimonios escuchados, los recuerdos del autor y el acertado análisis de las fotografías familiares que se incluyen al final del libro.


En Cuatro retratos incompletos ofrece Antonio Moreno ajustadas semblanzas de sus abuelos y abuelas. El libro es, esencialmente, una reflexión necesaria y precisa para comprender las imperfecciones y virtudes que se dan en el seno de cualquier familia. En ocasiones su visión es acerada y crítica: sostiene que los vínculos sanguíneos no garantizan los afectos sinceros, pues son, muchas veces, cadenas que limitan y condicionan a sus miembros. No ahorra alusiones a las injustas preferencias afectivas de algunos familiares, ni a las relaciones tiránicas y chantajistas, ni a ciertas manías y comportamientos que han condicionado muchas vidas. Solo en el epílogo, escrito a partir de una imagen de los progenitores del autor, se advierte un aliento de esperanza que contrarresta cierta grisura precedente. 


Al final del libro el autor se centra en su bisabuelo, Antonio Fuster, un hombre feliz, “una autoridad bienhechora” para la familia, de quien se cuenta su plácida vida en la pedanía de Churra (Murcia). Y también alude a sus padres, quienes posan en una fotografía icónica que para el autor simboliza la alegría de la independencia, esa que da el amor y la esperanza de un futuro compartido. Lo expresa así: “Lo más extraño de todo, no obstante, era que ellos, mi padre, mi madre, también fueran… hijos, descendencia de esas cuatro personas de las que he venido hablando. Aquella berroqueña soledad que los dos eligieron fue su más sólido baluarte. Y es en esta última fotografía donde reconozco con más certeza esa orgullosa independencia, esa feliz emancipación de los vínculos familiares, que desde entonces quedaron rebajados, empequeñecidos en la distancia que el mar y Alicante no tardaron en traer a sus vidas” (112-113).


Por último, Antonio Moreno se refiere a la cualidad liberadora de la poesía, un quehacer que es y ha sido su verdadera vocación, y que le ha servido siempre para intentar comprender el misterio de la vida. 


Estos cuatro retratos están enmarcados con un aclaratorio prólogo (“Como la del ciprés, la sombra de los ancestros es alargada”) y en un luminoso epílogo dedicado a una fotografía clave que “imprime su huella a lo largo de una extenso camino grabado en esa alma denominada memoria”, textos necesarios para comprender mejor cuanto en el libro se narra. Acabada la lectura, tiene uno la impresión de que en Cuatro retratos incompletos el autor ha proyectado sobre su pasado una mirada comprensiva y necesaria.




Editorial: Newcastle Ediciones

Título: Cuatro retratos incompletos

Autor: Antonio Moreno

Año de edición: 2024

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