PAN’S
LABYRINTH, Javier
Navarrete
LA BUENA
COMPAÑÍA,
Hace años (diciembre de 1994) leí un libro de
esta autora, Vida con mi amigo, en el
que recreaba la inevitable relación que se establece entre vida y literatura, o
mejor, entre la “vida cotidiana” y la “vida literaria”. Hojeo de nuevo el libro
y me sorprenden las numerosas anotaciones, la relación exacta de los autores
citados que copié en una de las guardas del libro, así como las cuantiosas páginas
subrayadas. La lectura de aquel libro me llevó a comprar este liviano libro que
voy a comentarles. Si Vida con mi amigo me
gustó mucho (“Toda literatura es un viaje, aun si no trata de viajes. Una de
las primeras cartas de Séneca a Lucilio ha sido titulada De los viajes y de las lecturas, y en ella Séneca recomienda viajar
poco y leer a pocos autores. Viajar mucho, dice, es índice de una mente
inquieta, y leer a muchos autores, lo es de una mente dispersa”), les decía que
si la anterior obra de Bárbara Jacobs me pareció estupenda, La buena compañía se me antoja la
biografía lectora de una escritora cuyo eje de interés es la imbricación entre
vida y literatura, o mejor, qué libros merecen ser leídos, según el gusto y la
experiencia lectora de Bárbara Jacobs.
Sorprende
el modo en que Bárbara Jacobs ha interiorizado cada una de las lecturas que
menciona. Estamos sin duda ante una lectora atenta, alguien que podría ufanarse
–como ya hiciera J. L. Borges– más de los libros leídos que de los escritos. Y,
sin embargo, es la misma pretensión de abarcarlo todo y todos los géneros y
subgéneros lo que lastra un libro, que, por otra parte, se lee con mucho agrado.
Guiados por su gusto, la autora hace un breve comentario de las lecturas que la
han acompañado durante toda su vida. Su proceder lo confiesa ella misma en las
página liminares: cogió los libros de su biblioteca que pretendía compartir y
los fue poniendo por géneros encima de una amplia mesa. Esos rimeros fueron el
punto de partida organizativo de una exégesis personal, que servirá de ayuda a
muchos lectores, pero que tal vez decepcione a quienes echen de menos no solo algún
título sino mayor profundidad exegética u otras posibles agrupaciones, porque
la literatura es en esencia una infinita intertextualidad que permite hilvanar
un libro con otro de múltiples e insospechadas formas.
Bárbara
Jacobs demuestra una visión personalísima de lo leído y se arriesga a deslizar
opiniones ponderadas. Recuerdo una boutade
que hace años escuché de sus labios. Refiriéndose a quien fue su compañero de
vida, Augusto Monterroso, decía que tantos libros le dejó el escritor hondureño
que él no tuvo otra opción que irse a vivir con ella para estar cerca de sus
dos amores. La autora demuestra una querencia incondicional por los libros y se
refiere a los textos fundamentales que la han acompañado. Y los hay de todos
los géneros: poesía, aforismos, cuentos, novelas, teatro, diarios, ensayo literario,
género epistolar, viajes, biografía, memorias, crítica, testimonios, narrativa
de intriga (ella prefiere hablar de “narrativa de violencia”), cómics y tebeos
(ella habla de “imagenistas”), etc.
Un
lector primerizo haría bien en anotar títulos para iniciar su itinerario
lector, pero ha de saber que esa ruta libresca será poco útil, porque la vida,
como los libros, traza sus propias sendas, con atajos y meandros inesperados.
Para un lector avezado leer este libro quizá sea echar una nueva capa de
asfalto para su memoria maltrecha, una lectura que tal vez consiga restaurar
algún socavón hecho de olvido y desmemoria, aunque a veces pienso que es mejor
seguir viajando con los baches de la ignorancia.
Adenda. Tenía el famoso crítico de ponderado
juicio, Ricardo Senabre, la costumbre de acabar sus reseñas con una relación de
los usos incorrectos que había hallado en el libro leído. No es esta mi
pretensión, entre otras cosas, porque no entiendo así lo que debe ser una
invitación a la lectura y porque el libro del que hablo es en todo punto
correcto, pero sí convendría revisar algunos párrafos extremadamente largos y
de contenido cuanto menos abstruso (pp. 31, 147).
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