LA BELLEZA DEL MARIDO, Anne Carson
Sé que este breve comentario sobre mis lecturas no debería ver la luz de las pantallas porque contraviene la idea básica de todo lector: recomendar sólo aquellos libros que han supuesto una experiencia gratificante. Sin embargo, debo confesar que lo que más me ha gustado de este poemario de Anne Carson, distinguida con Premio Princesa de Asturias de las Letras 2020, es precisamente el título. Nada más y nada menos que La belleza del marido (2000).
Reflexivo y de “extraña emoción”, este poemario es un ejemplo innovador tanto por su temática como por su estructura. Y lo es porque los poemas parecen mosaicos narrativos y filosóficos (no entiendo por qué los nombra “Tangos”), que abundan en el destrozo que la infidelidad ocasiona en un matrimonio en vías de extinción. El sujeto poemático –la poeta– rememora su vida imperfecta debido a las constantes infidelidades de su cónyuge: “Mi marido me mentía en todo”.
El móvil temático que alienta estos versos digresivos e intertextuales –son recurrentes las alusiones a Keats y a su idea de que “beauty is truth”, belleza es verdad– no es otro que la certeza que tiene la autora del poder cautivador de la belleza. Para Ane Carson, la belleza –y lo reitera– abre la puerta del sexo. Pero esta certeza no oculta el dolor de una herida que construye todo el discurso poético:
Una herida despide su propia luz
dicen los cirujanos.
Si todas las lámparas de la casa se apagaran
podrías vendar esta herida
con el resplandor que de ella surge.
Sé que hay lectores que elogian estos versos para mí emocionalmente intransitivos, pero me reconforta comunicar que he intentado en vano sentirlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario