THE
PAPER BIRCH, Johannes Bornlöf
EL HÉROE ABSURDO, Juan Ramón Barat
CLASE TEÓRICA SOBRE LA INMORTALIDAD
Disfruta
cada día que el azar te concede
como si
fuera el último
de todos
cuantos han de conformar
el breve
calendario de tu vida.
Cada uno
de ellos
te
ofrece en su pequeño transcurrir
la
gracia irrepetible
de la
inmortalidad.
DATOS PARA UNA AUTOBIOGRAFÍA
Ese niño
que corre por la plaza
y juega
a la pelota bajo el sol del verano.
Ese
joven que tiembla con la música
de una
balada triste y llora porque siente
que está
predestinado a la felicidad.
El mozo
que no sabe para qué
sirve un
fusil. El hombre que sonríe,
hermoso
como un dios invulnerable,
en la
fotografía de su boda.
El
profesor que intenta,
sin
demasiado éxito,
hablar a
sus alumnos de gramática.
El
marido que ama a su mujer
hasta en
sus más inconfesables sueños.
El padre
que amonesta
con amor
a sus hijos.
El
abuelo que sienta en sus rodillas
a sus
nietos y cuenta interminables
batallas
de otras épocas.
Ese
viejo que escribe en un banco del parque,
melancólico
y solo, estrafalarios versos.
Esa
sombra que nadie consigue recordar.
LA MANZANA
A mi maestro
y amigo Salustiano Masó
La
manzana quedó sobre la mesa.
Era roja
y hermosa como un sueño.
Exhalaba
un aroma fresquísimo de bosque
que
embalsamaba el aire
de
aquella habitación que daba al mar.
En su
forma perfecta
podía
resumirse el mundo todo.
Un
silencio de seda acariciada
se
posaba en su piel y temblaba la vida
en la
pulpa jugosa de su carne.
Pasó el
tiempo. Volvimos
el
verano siguiente. Los gusanos
habían
devorado la manzana.
Sobre la
pobre mesa sólo había
una
sombra de polvo,
un olor
de humedad y de maderas viejas.
Tampoco
había rastro de gusanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario