Educación
Llega
la LOMCE, una reforma más desde que uno tuvo la suerte de incorporarse al
maravilloso mundo de la docencia. Durante mucho tiempo he reflexionado sobre la necesidad de mejorar la metodología para transmitir los contenidos de una
manera más clara y amena. Y desde hace tiempo también tengo claro que todo se
reduce al docere delectare clásico.
La educación requiere cuatro patas para ofrecer el saber útil a las nuevas generaciones: entusiasmo,
conocimiento, exigencia y afecto. Y no son sólo palabras. Es, sobre todo, una actitud inquebrantable que
reivindica el buen hacer.
Y al hilo de estas reflexiones, comparto los siguientes textos:
Sería más fructífero, desde la perspectiva de la
edad del alumnado y de su formación en la materia de literatura, que un centro
educativo sea, sobre todo, un taller de lectura. Pues solamente leyendo se
aprende a escribir.
José María Merino.
La enseñanza
gramatical es inútil antes de los 14 años. A los niños hay que darles ciertas píldoras
gramaticales --que puedan distinguir más o menos un sustantivo, un adjetivo y un verbo--, pero no
abrumarles con más complicaciones y análisis, porque no los entienden. Hasta
los 14 años, nadie reflexiona sobre la lengua que habla, y enseñar teoría
gramatical es inútil.
E. Alarcos Llorac.
Lo fundamental, lo esencial es leer y
escribir, cualquiera que sea el modo. Mientras que la persona conserve el
disfrute placentero por la lectura y la escritura, cualesquiera que sean las
circunstancias que la rodean, conservará a la vez lo mejor de su condición
humana.
Mariano Baquero Goyanes.
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