jueves, 7 de mayo de 2015



Educación

Llega la LOMCE, una reforma más desde que uno tuvo la suerte de incorporarse al maravilloso mundo de la docencia. Durante mucho tiempo he reflexionado sobre la necesidad de mejorar la metodología para transmitir los contenidos de una manera más clara y amena. Y desde hace tiempo también tengo claro que todo se reduce al docere delectare clásico. La educación requiere cuatro patas para ofrecer el saber útil a las nuevas generaciones: entusiasmo, conocimiento, exigencia y afecto. Y no son sólo palabras.  Es, sobre todo,  una actitud inquebrantable que reivindica el buen hacer.
Y al hilo de estas reflexiones, comparto los siguientes textos:

Sería más fructífero, desde la perspectiva de la edad del alumnado y de su formación en la materia de literatura, que un centro educativo sea, sobre todo, un taller de lectura. Pues solamente leyendo se aprende a escribir.

José María Merino.

La enseñanza gramatical es inútil antes de los 14 años. A los niños hay que darles ciertas píldoras gramaticales --que puedan distinguir más o  menos un sustantivo, un adjetivo y un verbo--, pero no abrumarles con más complicaciones y análisis, porque no los entienden. Hasta los 14 años, nadie reflexiona sobre la lengua que habla, y enseñar teoría gramatical es inútil.


E. Alarcos Llorac.

Lo fundamental, lo esencial es leer y escribir, cualquiera que sea el modo. Mientras que la persona conserve el disfrute placentero por la lectura y la escritura, cualesquiera que sean las circunstancias que la rodean, conservará a la vez lo mejor de su condición humana.


Mariano Baquero Goyanes.

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