sábado, 14 de marzo de 2015





CUADERNO DE KURTNÁ HORA,
Antonio Moreno





En estos versos hay un hombre profundo con su verdad hermosa. Y en el hombre hay un poeta que escribe con sencillez aparente unos poemas limpios y emotivos.
Tengo la impresión que la poesía de Antonio Moreno es cada vez más desnuda y acendrada. Se diría que se adelgaza en aras de la esencialidad, como si el hombre y el poeta viajaran a la raíz de las cosas que importan en la vida.



UN POCO DE AMISTAD

UN poco de amistad nos bastaría para llegar al corazón
fraterno de cada criatura.

Y no porque posean todas un corazón que amar.

Tan sólo porque todas surgen de las palpitaciones que una
vez las hacen y otra las deshacen.

Pero es mucho más simple cuanto no es sino gracia: un
poco de amistad nos bastaría.


MI MADRE ME HA HABLADO DE UN PASEO

MADRE, a tu edad,
cerca de los ochenta,
me hablabas hoy de un mar
vibrante de belleza.

Es tu legado, madre:
pese al dolor y el tiempo,
me hablabas de esta tarde
y un mar intenso.


QUÉ NOMBRE

¿QUÉ nombre le daremos a este afecto?
A veces vuelve y abre nuestra puerta
de par en par, y deja que entre el día
con todo lo que un día puede darnos.

No sé cómo llamarle a este apego,
y ni siquiera sé de dónde surge.

Antes creía que era amor al mundo,
a cuanto un hombre puede ver y oír
tan lejos como llegan sus sentidos
y el vuelo y la intuición del pensamiento.

Pero hoy sé que este afecto nunca vino
a mí desde ninguna parte extraña.

Él me hizo y jamás podrá perderse.

Me entristece también la premonición que contienen los versos que, a modo de coda y en cuerpo de letra menor, cierran el libro:

YA es tiempo de partir: ni un solo nombre,
ni una palabra más, ningún sonido,
ningún verso o razón le falta al mundo.

¿Qué legado mejor que tu silencio?
Sé, si acaso, una rama para el aire.

Este rumor del viento entre los pinos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario