CUADERNO DE KURTNÁ HORA,
Antonio Moreno
En estos versos hay un hombre
profundo con su verdad hermosa. Y en el hombre hay un poeta que escribe con
sencillez aparente unos poemas limpios y emotivos.
Tengo la impresión que la poesía de Antonio Moreno es cada vez más
desnuda y acendrada. Se diría que se adelgaza en aras de la esencialidad, como
si el hombre y el poeta viajaran a la raíz de las cosas que importan en la
vida.
UN POCO DE AMISTAD
UN poco de amistad nos bastaría para llegar al corazón
fraterno de cada criatura.
Y no porque posean todas un corazón que amar.
Tan sólo porque todas surgen de las palpitaciones que una
vez las hacen y otra las deshacen.
Pero es mucho más simple cuanto no es sino gracia: un
poco de amistad nos bastaría.
MI
MADRE ME HA HABLADO DE UN PASEO
MADRE,
a tu edad,
cerca
de los ochenta,
me
hablabas hoy de un mar
vibrante
de belleza.
Es tu
legado, madre:
pese al
dolor y el tiempo,
me
hablabas de esta tarde
y un
mar intenso.
QUÉ NOMBRE
¿QUÉ nombre le daremos a este afecto?
A veces vuelve y abre nuestra puerta
de par en par, y deja que entre el día
con todo lo que un día puede darnos.
No sé cómo llamarle a este apego,
y ni siquiera sé de dónde surge.
Antes creía que era amor al mundo,
a cuanto un hombre puede ver y oír
tan lejos como llegan sus sentidos
y el vuelo y la intuición del pensamiento.
Pero hoy sé que este afecto nunca vino
a mí desde ninguna parte extraña.
Él me hizo y jamás podrá perderse.
Me entristece también la
premonición que contienen los versos que, a modo de coda y en cuerpo de letra
menor, cierran el libro:
YA es tiempo de partir: ni un solo nombre,
ni una palabra más, ningún sonido,
ningún verso o razón le falta al mundo.
¿Qué legado mejor que tu silencio?
Sé, si acaso, una rama para el aire.
Este rumor del viento entre los pinos.
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