BUEN CAMINO, Julián Montesinos
Esta expresión, repetida a lo largo de 150 kilómetros,
adquiere sonoridades babélicas desde Roncesvalles a Logroño. El sonido gutural
alemán de "buen camino" apaga el cantarín acento del “buen
camino" italiano. Al susurro francés le sucede el expresivo e impetuoso
"buen camino", efusivamente pronunciado por los muchos ingleses que
realizan la peregrinación a Santiago.
Caminando, siento que nada frena la guadaña del
tiempo. Entre bosques y páramos, con la conciencia más absoluta del presente,
se advierte el lento fluir del tiempo. Basta el piar de un pajarillo, alguna
lagartija que se aventura a cruzar la senda de los caminantes, para advertir
que todo el orden del mundo consiste en este sucederse de la vida como si tal
cosa. Y vuelven a la memoria del caminante las palabras antiguas y esenciales
de Manrique (“cómo se pasa la vida, / cómo se viene la muerte / tan callando”);
y los sentenciosos versos de Quevedo (“Ayer se fue; mañana no ha llegado; / hoy
se está yendo sin para un punto; / soy un fue, y un será, y un es cansado”); y se
hacen presentes también las muchas veces cantadas estrofas de Antonio Machado;
“Caminante, no hay camino, / se hace camino al andar”.
Y ahora, desde un sur repetido y sin sorpresas,
“buen camino” para todos los que os enredáis de nuevo en los afanes de los días. Por manida que pudiera ser la expresión, no deja de ser verdad que recorrer
algunos tramos del Camino Francés supone un aprendizaje interior de tal
magnitud que nos lleva a reconocernos como pequeños seres de un mundo mayor, a
sentirnos como los cantos suavemente desgastados por el agua limpia de estos
ríos.
Buen camino, amigos, cualquiera el que elijáis. Y
que no nos preocupe la imposibilidad de vivir otras vidas, porque cada hombre
solo puede pisar al mismo tiempo un camino, el propio.
Buenos días Julián. No me recordarás: soy Miguel Díaz Romero, y fui alumno tuyo en Caudete en el 98. Nos hiciste escribir una redacción sobre qué queríamos ser de mayor, y yo dije que escritor: tú me felicitaste y me animaste a ello... pues bien, lo he conseguido! Este otoño aparecerá mi primera novela a nivel nacional como profesional y sería grandioso, grandioso, que asistieras a la presentación de la misma... tengo una dirección tuya y te llegará la invitación protocolaria. Espero que sea la misma dirección que la que tienes ahora. No obstante, trataré de ponerme en contacto contigo antes, y si no lo hago, mi mail público es mdr_letras@hotmail.com. Significará mucho para mí que asistas, o que, al menos, podamos retomar la relación. Gracias, infinitas gracias. MIguel.
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