LÁGRIMAS NEGRAS, Hermanos Gutiérrez
POEMAS, Amalia Bautista
DESNUDO DE MUJER
Para ti nunca fui más que un pedazo
de mármol. Esculpiste en él mi cuerpo,
un cuerpo de mujer blanco y hermoso,
en el que nunca viste más que piedra
y el orgullo, eso sí, de tu trabajo.
Jamás imaginaste que te amaba
y que me estremecía cuando, dulce,
moldeabas mis senos y mis hombros,
o alisabas mis muslos y mi vientre.
Hoy estoy en un parque donde sufro
los rigores del frío en el invierno,
y en verano me abraso de tal modo
que ni siquiera los gorriones vienen
a posarse en mis manos porque queman.
Pero, de todo, lo que más me duele
es bajar la cabeza y ver la placa:
“Desnudo de mujer”, como otras muchas.
Ni de ponerme nombre te acordaste.
LAS COSAS PEQUEÑAS
No menosprecies nunca
el poder de un cerilla
ni de un temblor de labios:
en las cosas pequeñas
hallarás el origen del incendio.
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